La escuela, por sus acciones u omisiones, siempre contribuye a mitigar o agudizar situaciones de violencia en sus educandos. El discurso del maestro puede mejorar o empeorar la situación de los niños y jóvenes.
El ingreso a la escuela puede ser una oportunidad para que un niño conozca nuevos modos de vínculos basados en otra lógica que la familiar, y para que se encuentre con adultos que puedan aportarle otros significantes con los cuales reconocerse.
En este seminario proponemos vivenciar lo corporal.
Aprender a utilizar recursos como:
- La escucha del cuerpo a través de los sentidos externos e internos. Ejercitar la capacidad de percibir el sentido del tacto y el contacto. Registrar las diferencias de tono muscular para sintonizarse con la trama de una situación.
- Mejorar la comunicación (antes de la palabra hay un gesto y antes una intención)
- Desarrollar la creatividad: nuevas respuestas con los recursos que tenemos.
Se agradece la difusión